En un par de días un buen número de obras artísticas icónicas quedarán libres de derechos de autor tras cumplirse el máximo de 95 años que se puede mantener esta protección en Estados Unidos. Entre ellas, los personajes de cómic Popeye y Tintín en sus primeras versiones. Así, a partir del 1 de enero de 2025 pasarán a dominio público y se podrán utilizar y adaptar sin necesidad de pedir autorización ni pagar por derechos de autor a sus propietarios.
La lista de obras de acceso público en 2025 son un «tesoro»
Jennifer Jenkis, profesora de Derecho y directora del Centro para el estudio del Dominio Público de la Universidad de Duke, ha calificado la lista de obras que entran en 2025 en dominio público como «un tesoro», según The Associated Press (AP). Pasarán a formar parte de esta categoría las obras protegidas por derechos de autor de 1929 y las grabaciones sonoras de 1924.
Además de los dos personajes clásicos del cómic, Jenkins ha destacado otras novedades como «doce nuevos cortometrajes de Mickey Mouse en los que habla por primera vez y aparece con sus emblemáticos guantes blancos», informa AP. De esta forma, se amplía la liberación realizada en 2024 de la primera versión del ratón animado más famoso del mundo.
La versión primera de Popeye tendrá acceso sin restricciones
Popeye, el marinero creado por el dibujante Elzie Crisler Segar, debutó por primera vez en la «tira de periódico Timble Theatre en 1929 con la frase «Ja think I’m a cowboy» (¿Crees que soy un vaquero?) cuando le preguntaban si era marinero», apunta la agencia de noticias. Aunque en un principio Popeye iba a ser un personaje pasajero de la tira cómica, su popularidad le convirtió en protagonista e incluso dio nombre a la serie de tiras.
Las populares espinacas seguirán protegidas por derechos de autor
Sin embargo, como ha sucedido con Mickey Mouse y Winnie the Pooh en 2024 y 2022, respectivamente, sólo pasa a dominio público la versión más temprana del personaje. Elementos que se introdujeron años después, como las espinacas que le proporcionaban su extraordinaria fuerza (1932), continuarán protegidas por derechos de autor, lo que «podría dar lugar a disputas legales», advierte AP.
Los cortos animados y la película de Altman, también
También seguirán contando con protección por derechos de autor, indica la agencia estadounidense, «los cortos animados, que no comenzaron hasta 1933» con la peculiar forma de hablar entre dientes del marinero y «la película dirigida por Robert Altman en 1980, protagonizada por Robin Williams en el papel del famoso marinero y Shelley Duvall como su novia Olivia», por la que a menudo se pelea con su rival Bluto.
La primera edición de Tintín tendrá libre acceso
Por su parte, Tintín, el joven reportero creado por el artista belga Georges Remi, más conocido por su seudónimo Hergé, también apareció en Estados Unidos en 1929. Las aventuras de este «adolescente, dibujado con sencillez, con puntos por ojos y flequillo como una ola», según le describe AP, acompañado de su perro Milú, se publicaron por primera vez en un periódico de su país de origen en el suplemento Le Petit Vingtième, que gracias al éxito de estas tiras se convirtió en un semanario.
Sus colores característicos mantienen la protección
«Sus característicos colores brillantes, incluido el pelo rojo de Tintín, no aparecieron hasta años más tarde, por lo que también podrían ser objeto de disputas legales», indica AP. Del mismo modo, la agencia reporta que «en gran parte del mundo, Tintín no pasará a ser propiedad pública hasta 70 años después de la muerte de su creador en 1983», es decir, en 2053.
La literatura, el cine y la música también verán liberadas primeras versiones
Pero 2025 también está marcado por la entrada en dominio público de obras literarias esenciales que han ejercido gran influencia sobre otros autores. Por citar algunos casos de las novelas que podrán adaptarse sin restricciones legales, destacan El ruido y la furia del premio nobel William Faulkner, Adiós a las armas de Ernest Hemingway, la primera novela de John Steinbeck, Una taza de oro, así como el ensayo de referencia para el feminismo Una habitación propia de la novelista británica Virginia Woolf.
En el ámbito del cine, primeras obras de grandes directores, que experimentaban con la introducción del sonido, pasan a engrosar el patrimonio intelectual libre de exclusividad. Es el caso de Chantaje de Alfred Hitchcock, Shari, la hechicera de John Ford, Dinamita de Cecil B. DeMille, junto con Los cuatro cocos, el primer film sonoro de los hermanos Marx.
Mientras, en la música estarán al alcance de todos temas que forman parte del legado cultural de los años veinte. Entre ellas, la agencia estadounidense cita, «Cantando bajo la lluvia, el éxito de Cole Porter ¿Qué es esta cosa llamada amor? o el clásico del jazz Ain’t Misbehavin’, escrito por Fats Waller y Harry Brooks».
Fuente: The Associated Press (AP)
