Consulta
«¿Qué garantías tengo si publico mi música en redes sociales informando sobre que tiene derecho de autor?»
Respuesta
Nuestros derechos como autores
En primer lugar, debemos tener en cuenta el momento en que el autor adquiere los derechos de propiedad intelectual sobre su obra. El art. 1 del Texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual española dicta:
«La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo hecho de su creación.»
Por tanto, desde que la obra musical es creada, su creador es considerado autor de ésta y titular de los derechos de autor sobre ella.
El riesgo de infracción
En el momento en que hagamos pública esa obra, va a aparecer inevitablemente el riesgo de que otras personas la utilicen sin permiso. El autor nunca va a poder garantizar totalmente que terceros no utilicen su obra de forma indebida.
Por esa razón, poseer certificados de autoría de sellado temporal como los generados a través del registro en Safe Creative pueden ser muy útiles para demostrar que la obra es nuestra y ahuyentar el uso indebido. Además de ser una fantástica prueba a aportar en un eventual proceso judicial por infracción de derechos.
Términos y condiciones de las redes sociales
Otro punto que también debe preocuparnos cuando compartimos nuestras obras en RRSS (redes sociales) es conocer los términos y condiciones. El primer paso es informarse y leer qué dicen en relación con el contenido compartido por sus usuarios.
Las redes sociales, así como plataformas como YouTube o Twitch, se denominan jurídicamente «prestadores de servicios para compartir contenidos en línea». A diferencia de las plataformas tradicionales, que ponen contenido a disposición de los usuarios, el principal proveedor de contenidos en las RRSS son los usuarios.
Cuando nos registramos en este tipo de plataformas, aceptamos unos términos y condiciones de uso que afectan a los derechos de propiedad intelectual del contenido que compartimos en ellas.
Así, por ejemplo, en las condiciones de uso de la red social Instagram encontramos lo siguiente:
«Cuando compartes, publicas o subes contenido protegido por derechos de propiedad intelectual o industrial (como fotos o vídeos) en nuestro Servicio o en relación con este, de conformidad con el presente acuerdo, nos concedes una licencia mundial, no exclusiva, transferible, sublicenciable y libre de regalías por derechos de autor para alojar, utilizar, distribuir, modificar, mantener, reproducir, traducir y mostrar o comunicar públicamente tu contenido, así como para crear obras derivadas (de acuerdo con tu configuración de privacidad y de la aplicación). La licencia se extinguirá cuando el contenido se elimine de nuestros sistemas.»
(Términos y condiciones de uso de Instagram)
Algo similar podemos encontrar en los términos y condiciones de uso de la plataforma TikTok:
«Usted o el propietario de su Contenido de Usuario seguirá siendo propietario de los derechos de autor del Contenido de Usuario que nos envíe, pero al enviar el Contenido de Usuario a través de los Servicios, mediante el presente nos otorga una licencia incondicional e irrevocable, no exclusiva, libre de regalías, totalmente transmisible, perpetua a nivel mundial para utilizar, modificar, adaptar, reproducir, realizar obras derivadas de, publicar y/o transmitir y/o distribuir y autorizar a otros usuarios de los Servicios y a otros terceros para que vean, tengan acceso, utilicen, descarguen, modifiquen, adapten, reproduzcan, realicen obras derivadas de, publiquen y/o transmitan su Contenido de Usuario en cualquier formato y en cualquier plataforma, que sea conocida actualmente o que sea inventada en lo sucesivo.
(Términos y condiciones de uso de TikTok)
Además, nos otorga una licencia libre de regalías para utilizar su nombre de usuario, imagen, voz y similitud para identificarlo como la fuente de cualquier Contenido de Usuario del que sea propietario.»
Esto quiere decir que, tanto en uno como en otro caso, al publicar obras protegidas cuyos derechos poseemos estamos dando permiso tanto a la plataforma como a sus usuarios para utilizar esas obras, modificarlas y crear obras derivadas a partir de ellas.
Por lo tanto, antes de compartir contenido protegido por derechos de propiedad intelectual en estas plataformas, debemos asegurarnos de entender y estar de acuerdo con sus términos y condiciones de uso, pues podemos llegar a perder el control sobre el uso de nuestras obras tanto por la plataforma como por sus usuarios.