Andrea Elvira, titular de los derechos de autor de la obra fotográfica de su padre, Paco Elvira, ha demandado a la editorial Akal por el uso sin permiso de una foto que realizó a Juan José Moreno Cuenca, famoso delincuente en los años ochenta, conocido como «el Vaquilla». La editorial, que ha ilustrado con esta imagen la portada del libro Macarras ibéricos, alega en su defensa que se trata de una «mera fotografía y no de una obra fotográfica». La decisión del juzgado, por su trascendencia, acapara la atención de la profesión.
Caso que podría sentar precedente en los derechos de autor fotográficos
La semana pasada se ha iniciado un juicio en el Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona que podría sentar un precedente relevante en futuros casos de derechos de autor el ámbito de la fotografía en España. El origen del caso tuvo lugar cuando la hija del fotógrafo barcelonés, fallecido en 2013, descubrió que esta icónica fotografía, realizada en 1979 por su padre para la revista Interviú, aparecía en la portada de un libro lanzado por la editorial Akal.
Denuncia en defensa de la dignidad del trabajo de su padre
La heredera de Elvira ha querido denunciar «para que ningún otro fotógrafo se vuelva a ver en esta tesitura y sobre todo por la dignidad de su padre y de su trabajo», según declaraciones realizadas a Europa Press el mismo día del juicio. En la demanda reclama 1.000 euros por los derechos de autor de la fotografía y 2.000 más por derechos morales argumentando que su padre «hizo la fotografía con respeto» destacado su valor artístico y periodístico.
La fotografía se ha utilizado sin el consentimiento de la heredera del autor
Cuando el año pasado tuvo conocimiento del uso del retrato se puso en contacto con Akal para indicarles que habían usado la imagen sin su consentimiento y reclamarles el pago por los derechos de autor. «No lo hago por dinero, porque es irrisorio lo que estamos pidiendo», ha manifestado la hija del autor a la agencia de noticias, «sino porque se está perdiendo una profesión y una industria entera». También ha señalado que su padre trató el tema de el Vaquilla «con respeto y sensibilidad», una idea que no se transmite con el título del libro, según Crónica Global.
La editorial considera que la imagen utilizada es mera fotografía
Sin embargo, la editorial no accedió al pago argumentando que «no se trata de una obra fotográfica sino de una mera fotografía carente de cualquier originalidad creativa» y de «cualquier intervención demostrable por parte de su autor en su creación más allá de la simple oportunidad de la instantánea y de la calidad técnica de la misma», informa Catalunya Plural. Así, se acoge a la Ley de Propiedad Intelectual (LP) que especifica que las fotografías pasan al dominio público a partir de los 25 años de ser realizada.
La parte demandante reclama por considerarla obra fotográfica
El Sindicat de la Imatge (Upifc) aseguró a Andrea Elvira que «el retrato cumple todos los requisitos para considerarse una obra fotográfica y que, por tanto, según la LP está protegida durante toda la vida del autor y hasta 75 años después de su fallecimiento». A partir de aquí, a través de la campaña No son meras fotografías, apoyada por más de 2.500 firmas, entre ellas de reconocidos fotógrafos españoles, consiguió los fondos necesarios para iniciar el proceso legal.
Pep Cruanyes, abogado que se ha hecho cargo de la defensa del caso, ha manifestado que el autor quiso hacer una fotografía significativa. Aunque el Vaquilla estaba en un bar «le hizo quitarse la camisa y lo colocó delante de una cortina con las manos hacia adelante para que se le viesen los tatuajes», ha declarado a Europa Press. Además, ha asegurado a la agencia que «cambió de óptica usando un objetivo 35mm para hacer este retrato, por lo que no puede considerarse casual».
Por su parte, la editorial se mantiene en que se trata de una mera fotografía. Indican que «tratarán de demostrarlo con la documentación aportada al juzgado y lamentan que el tema se haya sobredimensionado», a la petición de comentarios de Europa Press.
La profesión espera expectante el fallo del juzgado
En todo caso, se trata de un juicio de gran relevancia sobre el que los profesionales de la fotografía están expectantes. Según advierte la publicación impulsada por la Fundació Periodisme Plural, de esta decisión puede depender que «cualquier fotografía periodística o documental, e incluso archivos completos, sean degradados y expoliados transcurridos 25 años de su creación».
Fuentes: Europa Press, Catalunya Plural, Crónica Global
