Un subcomité experto del Consejo de Asuntos Culturales (ACA) de Japón aceptó el borrador presentado por el Gobierno bajo el nombre de «Approach to AI and Copyright». El borrador está relacionado con un estudio que examina la minería de datos protegidos y su relación con las infracciones de derechos de autor. Podría afectar a sistemas de inteligencia artificial (IA) generativa como ChatGPT, Gemini, Mindjourney y afines.
Antecedentes Normativos
El proyecto ha durado seis meses de estudio, y se espera que se vea finalmente adoptado en las próximas semanas. Comenzó a consecuencia de la revisión de la Ley de Propiedad Intelectual japonesa en 2019, que pretendía potenciar la inversión en IA permitiendo el uso de obras protegidas cuando la IA está en su fase de desarrollo (art. 30.4). Esta legislación más flexible potenciaba la investigación y el desarrollo de proveedores locales de sistemas de IA. Japón pretende construir un marco favorecedor para esta industria.
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Takashi Kii, miembro de la Cámara de Representantes, afirma que se necesita un enfoque distinto para el uso de IA generativa y la protección de los derechos de autor. En uno de sus actos parlamentarios expresó que ahora, según el artículo 30.4, los datos para entrenamiento de IA pueden extraerse de plataformas o sitios web que ofrecen contenido protegido sin autorización.
«Desde la perspectiva del artículo 30.4 de la ley de Propiedad Intelectual no se requiere que la obra protegida por derechos de autor sea ‘legal’ para permitir su uso.»
(Takashi Kii)
Es decir: los contenidos protegidos por derechos de autor que se incorporan a los conjuntos masivos de datos para entrenamiento de IA carecen de buena protección. Esto puede dar lugar a lo que Yann LeCun, director informático de IA en Meta, denominó «el paraíso del aprendizaje automático».
Respecto al uso de IA generativa en Japón debemos entender cómo afectan las leyes de derechos de autor a estos sistemas. Sobre todo según lo que se establece en el artículo 30.4. Éste permite la explotación de obras protegidas bajo ciertas condiciones. Es permisible en situaciones como: pruebas de tecnología relacionada con la grabación o visualización de obras, análisis de datos, o procesamiento de datos por computadora. Pero una condición es que estos usos no perjudiquen los intereses del titular de los derechos.
Sobre el proyecto de la ACA
La preocupación de este comité en particular y de Japón en general sobre la IA radica en el sesgo ético y sobre todo en la prohibición de usar datos protegidos para el entrenamiento de IA con el matiz antes especificado.
El borrador recoge diversas opiniones de la población sobre el uso de contenido protegido por derechos de autor para el entrenamiento de estas IA. Recoge entre sus principios el permiso para utilizar contenido protegido por derechos de autor para lo que categoriza como «usos menores o educativos».
En esta línea de preocupación ética, el órgano de Control de Privacidad japonesa emitió un comunicado a OpenAI para que limite la cantidad de datos confidenciales sin el consentimiento de las personas para el aprendizaje automático de su IA.
El principal eje sobre el que se cuestiona Japón la regulación de la IA en favor de los derechos de autor es la dificultad de segmentar, en un banco de datos de una magnitud incontrolable, para separar los materiales protegidos y no protegidos por copyright.
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Fuentes: Bunka, AnalyticsIndiaMag, Kiitaka.net, Cointelegraph