La inteligencia artificial generativa está sacudiendo los procesos de creación. Con la incorporación del uso de los prompts para interaccionar con estos sistemas, ha surgido una duda relevante: ¿están protegidos por el derecho de autor?
Como sabrás, un prompt es la instrucción, pregunta o texto que se utiliza para interactuar con una inteligencia artificial para que produzca un resultado en forma de texto, imagen, audio o video.
Hay que decir que, hoy por hoy, la legislación sobre propiedad intelectual está enfocada en la autoría humana. Esto explica que aún no exista una normativa específica aplicable al prompt ni a la creación que como resultado de ese prompt genera la herramienta de inteligencia artificial. Sin embargo, en el corto plazo, esto podría cambiar.
Teniendo en cuenta la ley y jurisprudencia actual, el prompt, como creación humana, intelectual y única, tal vez podría llegar a ajustarse a las exigencias de derechos de autor tal y como explicaremos más adelante. No sucede lo mismo con el resultado generado. De momento, su autor no puede ser un chatbot y tampoco parece plausible que la autoría se atribuya a la compañía que lo ha desarrollado.
Pero, el interés que ha despertado la IA entre los creadores ha abierto el camino para que se conviertan en una herramienta más del proceso creativo. Así, se puede concluir que el derecho de autor diferenciará entre: una inmensa mayoría de prompts, con enunciados breves, sencillos y reiterativos y resultados menos específicos, y otros, cuyo enunciado conlleve un trabajo creativo complejo ofreciendo gran singularidad en el resultado.
Estos últimos son los que podrían protegerse con autoría siempre que:
- Sean una creación original del autor, no una copia de otro o de una obra existente.
- Presenten cierto nivel de creatividad e ingenio.
- Su fin sea generar un contenido creativo, como un poema, una historia o una imagen.
- Proporcionen instrucciones específicas y claras sobre el tipo de contenido que se desea generar.
Además, hay otro par de factores a tener en cuenta: a mayor extensión y detalle, aumentan las posibilidades de que el prompt pueda protegerse. Si su finalidad es comercial o artística también tendrá más opciones que si su objetivo es lúdico o educativo. Recuerda además que desde 2024 el Reglamento de IA de la Unión Europea interviene considerando que hay que indicar cuándo una creación ha sido asistida o creada mediante IA.