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Esculturas y marcas tridimensionales: un encuentro entre el arte y el derecho de marcas 

¿Qué pasa cuando una escultura se convierte en una marca tridimensional?  Que se protege por partida doble. Hace años, no digo cuántos porque me salen 10 canas más, descubrí la protección acumulada en la propiedad intelectual, en una clase impartida por el Prof. Dr. D. Mauricio Jalife Daher. Allí me di cuenta que efectivamente una obra puede llegar a convertirse en una marca, como te lo contaba en este Tip, pero es que además, hay casos muy específicos en donde se unen varias figuras legales. En esta ocasión te contaré cómo proteger una escultura. Lo primero: las figuras legales de las cuales te contaré. 

  • Derecho de Autor: Protege la originalidad y creatividad de la escultura como obra artística, permitiendo al autor controlar su reproducción y uso comercial. 
  • Marca Tridimensional: Protege la forma de un signo distintivo para productos o servicios específicos, siempre que posea suficiente capacidad de identificación. 
  • Diseño Industrial: Protege la apariencia estética del objeto, siempre que sea nueva y original, pero sin considerar su utilidad como requisito. 

¿Qué es una marca tridimensional? 

Es aquella que además de percibirse de forma visual, la puedes sentir con el tacto, ya que tiene volúmenes (de allí lo de 3D), esta forma debe ser distintiva y hacer que los consumidores puedan asociarla con un producto, servicio o comercio. Algunos ejemplos son los chocolates Toblerone®, la botella de Coca-Cola®, el perfume Channel® Nº5 o las botellas de Evian®, todas reconocibles al instante no solo por su estética, sino también por su conexión con una marca específica. Piensa en el Toblerone® pero plano… algo en tu cerebro ha hecho cortocircuito, ¿cierto? Es porque sin los triangulitos deja de ser un Toblerone®. 

Cuando una escultura se convierte en marca tridimensional 

¿Qué sucede cuando una obra escultórica, creada inicialmente como una manifestación artística, se utiliza para identificar un producto o servicio? Aquí entra en juego la doble naturaleza de algunas creaciones, que pueden ser protegidas tanto como obra de arte bajo los derechos de autor, como marca tridimensional bajo el derecho marcario. 

En algunos casos, así como un logotipo puede ser una obra gráfica antes de convertirse en marca figurativa, una escultura puede también convertirse en una marca tridimensional, sin dejar por ello de ser una obra en su momento inicial. 

Por ejemplo, la famosa estatua de «Balloon Dog» del artista Jeff Koons podría, en teoría, convertirse en una marca tridimensional si se utilizara como símbolo distintivo de una marca de ropa, pero no podría serlo, por ejemplo, para una venta de globos, ya que para que esto ocurra, la forma debe cumplir con los requisitos de distintividad marcaria, evitando ser funcional o genérica. 

¿Y el diseño industrial? 

A veces una escultura incorpora elementos funcionales. En estos casos, puede ser considerada un diseño industrial en lugar de una marca tridimensional. 

¿Conoces el exprimidor «Juicy Salif» de Philippe Starck? Está considerado como una joya de coleccionistas y un icono del diseño industrial 

Ilustración 1. Fuente: mimocook

En esta imagen podemos observar como un exprimidor de jugos se diferencia ante los demás por la forma particular que tiene, es decir, por su diseño industrial, ya que su apariencia estética no modificó la función para lo cual fue creado, no le agregó ni le restó ventajas o desventajas sobre el producto en sí. 

Algo importante a considerar en el diseño industrial es que exige que sea novedoso, ¡nunca antes visto! 

¿Qué debo registrar? 

Aunque la escultura tenga un indudable valor artístico, su registro industrial dependerá de si cumple los requisitos específicos para cada figura legal, sí, las que leíste antes. La clave: para que se considere marca tridimensional, importa su distintividad, no su función, debe poder hacerle ver al consumidor que se refiere a un origen empresarial determinado. Si ves un triangulito de chocolate, ya sabes que es Toblerone®, ¿cierto? A esa distintividad es que se refiere. 

En su sesión realizada en abril de 2000 (Cuestión Q148 referentes a «Marcas tridimensionales: la frontera entre marcas y diseños industriales»), el Comité Ejecutivo de Sorrento (Italia) acordó en su exposición de motivos lo que sigue:

«El derecho de marcas y el derecho de diseños industriales han sido concebidos con el fin de cumplir objetivos legales relacionados pero distintos, y por tanto son diferentes entre sí por lo que respecta a los requisitos de protección, a sus limitaciones, alcance de protección y en otros aspectos.«

En el punto 6 también contempla que:

«Es posible obtener para una misma forma tridimensional una protección acumulada a través del derecho de marcas y del derecho de diseños industriales, siempre y cuando se satisfagan las condiciones exigibles para cada tipo de protección. No hay reglas específicas que excluyan la posibilidad de obtener protección como marca de una forma tridimensional actualmente protegida o protegida anteriormente como diseño industrial o según cualquier otra modalidad de propiedad industrial o intelectual.» 

Resumiendo: 

  • Una escultura puede llegar a convertirse en una marca tridimensional siempre que sea distintiva, generando en el consumidor un origen empresarial. Un buen punto a tomar en cuenta si eres escultor y quieres un nuevo nicho de mercado: crear esculturas para empresas. 
  • Esa misma escultura puede llegar a convertirse en un diseño industrial, siempre que sea novedosa. 

¿Tienes una escultura o diseño que quisieras proteger? Explora tus opciones y asegura que tu creación reciba el reconocimiento y la protección que merece. Recuerda que antes de que se convierta en marca tridimensional o en un diseño industrial, tiene derechos de autor. 

🪧 Aviso: los artículos de Opinión reflejan las perspectivas de sus autores. SafeCreative no se identifica necesariamente con los puntos de vista expresados en ellos.
Caribay Camacho
Caribay Camacho
Consultora digital y abogada. Ayudo a las empresas digitales a cumplir las leyes de comercio electrónico sin quebraderos de cabeza.

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