Caracas, Londres o Barcelona son algunas de las ciudades clave en la biografía de esta pintora errante, que ahora cree haber encontrado en Madrid esa luz que ilumine una nueva etapa de madurez como artista. Valentina Vacó expresa en una paleta psicodélica y lisérgica lo vivido y lo soñado.
Sus lienzos cuentan, y hablan de sororidad y experiencias personales, en ocasiones, representadas en pequeñas figuras escondidas entre la exuberancia de unos cuerpos desnudos y una naturaleza llena de sensualidad. Recursos que buscan la complicidad con el espectador y la transcendencia con lo artístico; pese a haber estrenado la treintena, Vacó no esconde su ambición: «Crear una obra lo suficientemente relevante e importante para trascender el paso del tiempo».
Venezolana, pintora y errante
Bueno, yo creo que es parte de mi historia, ¿no?: el haberme independizado a los 17 años, el haber vivido en tantas ciudades, siento que es algo que ha enriquecido mucho mi forma de ver el mundo. También siento que, como artista, me ha hecho ser una persona como muy adaptativa. Y sí, no sé, siento que la última decisión que tomé, que fue de venirme a vivir a Madrid y tomar ésta como mi base, pues también habla de que hoy en día ya tengo la madurez o las ganas para quedarme quieta en un solo sitio.
Aprendizaje en Central Saint Martins (Londres)
Recuerdo que lo primero que sentí fue, ¡guau!, me tengo que poner las pilas para estar al nivel de todas estas personas. Y luego la parte de aprendizaje fue muy interesante porque, yo venía de la pintura figurativa, de la creación de personajes, era lo que siempre había trabajado y cuando llegué allí, me hicieron olvidarme de todo eso y empezar a trabajar el arte conceptual.
Entonces, básicamente, me pasaba todo el día como jugando con basura, como haciendo ready-mades, como muy arte sin estética, ¿no?, pero ahí aprendí muchísimo. Aprendí a desarrollar una idea desde el principio hasta el final, a llevar un buen registro de cómo creo las cosas y, hasta el día de hoy, esa manera de construir un proyecto es la que todavía utilizo para encarar las cosas que hago. Entonces pues… estuvo bien.
¿Narrar o evocar?
Yo no espero que tu mires una obra mía y entiendas perfectamente la narración que yo te estaba tratando de transmitir. Es más, a mí me gusta más evocar sensaciones. Como apelar, más bien, como algo de tus sentimientos, ¿no?, que sea un espacio donde el que mira pueda proyectarse: dar espacio para eso.
El arte como medio de vida
Yo creo que hoy en día es difícil ganarse la vida de cualquier manera. Entonces, yo pienso, que si estudio ingeniería o estudio abogacía, y voy a tener cierta dificultad para tener un sueldo más o menos decente, prefiero invertir ese tiempo, por lo menos, en algo que me aporte a nivel personal: algo que me apasione. Y yo creo que sí. O sea, sí que se puede ganar la vida con la pintura, solo que, como todo, hay que poner muchísimo esfuerzo, hay que arriesgar.
Una cosa es que una obra te guste o no te guste, o sea eso, eso es completamente subjetivo, pero hay obra que a mí no me gusta, pero sé que es buena. Entonces, yo creo que lo primero es, o sea, lo primero para cualquier artista, es trabajar en que lo principal, que es la obra, sea honesta, sea buena, sea profunda.
Y a partir de ahí, la otra gran parte es ser caradura, buscar, qué que se conozca tu trabajo, ver si no sé igual el amigo de tu mamá que conoce al tío de no sé quién, igual, que tiene una galería en México, igual, puede darte una oportunidad… Ir picando piedra hasta que eventualmente empiezan a suceder las cosas. Y es como todo, una vez que te salen un par de exposiciones y tu obra está buena, más gente quiere contar contigo. Porque al final lo que quieren las galerías, lo que el mundo del arte es, es obra interesante, ¿no?
Redes sociales
Bueno, yo creo que la las redes sociales son super importantes. Yo trato de, bueno, de tener un ritual con mis redes, de tratar de publicar cosas todas las semanas. También es una manera de… a mí me gusta mucho ir como testeando lo que voy haciendo, ¿no? De repente cuelgo una historia, y veo que me escriben un montón de personas diciéndome que les gusta muchísimo o, de repente, cuelgo y a nadie le importa.
Entonces eso me hace como tener una idea de cuál es una visión general de cómo se percibe lo que estoy haciendo e inmediata, es como hacer encuestas todos los días. Y yo creo que el impacto, me he dado a conocer, sobre todo este año, porque he estado en bastantes ferias, tuve mi primer solo-show aquí en Madrid este año y yo creo que eso dio pie a que muchas personas, pues pusieran el ojo en mi trabajo.
Certificados online de autenticidad
A mí me gusta sobre todo usar la plataforma para crear certificados de autenticidad para las obras, porque siento que el certificado de autenticidad que se da normalmente a los coleccionistas está bien, pero a mí a veces me preocupa el almacenaje de esa información. Es decir, yo te doy este papel que certifica que esta obra la he hecho yo, pero, que sé yo, sí de aquí a diez años, tú te mudaste y perdiste ese papel.
El futuro
A ver, yo sueño con aportar algo con, o sea, con llevar mi obra a un nivel que no sé, como las instituciones más importantes quieran que forme parte de esa colección, ¿no?, porque al final, o sea, yo quiero entrar en estos museos, aparte, de por una cuestión de prestigio, porque al final esos museos son los guardianes de ese documento que es la pintura.
Y si tú quieres crear algo que trascienda el tiempo, pues tienes que lograr que entre en un museo, porque son ellos los que van a contratar los restauradores para que esa obra se mantenga. Van a tener todo en las condiciones óptimas. Entonces yo sueño con eso, con hacer una obra que sea lo suficientemente relevante e importante como para que pueda trascender el paso del tiempo, ¿no? .