Si eres creador probablemente habrás oído los términos propiedad intelectual y derechos de autor en más de una ocasión, pero ¿en qué se diferencian? Eso es lo que vamos a aclarar en el artículo de hoy.
Ambos conceptos se utilizan indistintamente en ciertos contextos generando confusión. Si bien son términos relacionados, no pueden emplearse como sinónimos. Para que esto no te ocurra a ti, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la propiedad intelectual?
La propiedad intelectual son los derechos que le corresponden a los autores de una obra y a sus titulares, si los hay. Y se asocia con cualquier creación producida por la mente humana, como obras artísticas, literarias y académicas, invenciones, símbolos, programas informáticos, marcas y signos comerciales.
El objetivo de la propiedad intelectual es ayudar a los creadores a proteger sus obras, pudiendo controlar el uso y condiciones de las mismas. Para ello, existen dos tipos de propiedad intelectual: el derecho de autor y la propiedad industrial.
¿Qué son los derechos de autor?
Las leyes de prácticamente todos los países reconocen que un autor tiene una serie de derechos sobre la creación de sus obras. En España, los derechos de autor están recogidos por la Ley de Propiedad Intelectual, con el objetivo de proteger las creaciones originales, literarias, artísticas o científicas. Por tanto, los derechos de autor son un tipo derecho dentro de la propiedad intelectual.
Existen dos tipos de derechos de autor: los derechos morales y los patrimoniales. Por un lado, los derechos morales son irrenunciables e inalienables, por lo que no se pueden ceder. Son, por ejemplo, el derecho de divulgación, de paternidad, o de modificación, por citar algunos. Por otro lado, los derechos patrimoniales tienen el objetivo de regular la explotación económica de la obra. A diferencia de los morales, estos pueden transferirse a terceros, con o sin contraprestaciones, mediante la firma de un contrato de cesión de derechos.
También existe la posibilidad de que un autor permita, a la generalidad de personas que acceden a una o más de sus obras, el uso de ésta si registra sus creaciones bajo alguna de las licencias Creative Commons. En este caso, la obra se podría utilizar libremente, respetando siempre las condiciones que el autor ha detallado según el tipo de licencia escogida.
En este otro artículo, te explicamos las diferentes licencias Creative Commons que existen.
Principales diferencias entre los derechos de autor y la propiedad intelectual
Tanto la propiedad intelectual como los derechos de autor tienen el objetivo de proteger el trabajo creativo de los creadores. Ahora bien, existen 5 diferencias a tener en cuenta:
El derecho
Una de las principales diferencias es que los derechos de autor son un tipo derecho dentro de la propiedad intelectual y contemplan creaciones literarias, artísticas o científicas.
La protección
Los derechos de autor no protegen la idea, los procesos o los métodos, solamente la creación material. Por ejemplo, protegen una obra literaria o artística, pero no la idea a partir de la cual se desarrolla.
El registro
Las obras con derechos de autor están protegidas desde el momento de su creación, sin necesidad de ser registradas. Aunque siempre es recomendable hacerlo para contar con una prueba de autoría con fecha. En cambio, los derechos de propiedad industrial deben quedar registrados ante la autoridad competente.
En el caso de las obras derivadas, es decir, el mismo autor u otro diferente ha modificado o transformado una obra original preexistente, también es conveniente registrarla. Se sigue la misma norma que en los derechos de autor, donde al creador, por el mero hecho de crear la obra, le corresponden los derechos morales y patrimoniales de la misma. No obstante, es muy conveniente dejar constancia de ello registrando la nueva obra.
El plazo de duración
La protección de las obras con derechos de autor se extiende hasta los 70 años después de la muerte del creador, siempre que se trate de un autor fallecido después de 1987. Para autores fallecidos antes de este año, la protección es de 80 años. Transcurrido este tiempo, la obra pasa a ser de dominio público.
Por su parte, los derechos de propiedad intelectual para las empresas es de 10 años, aunque podría renovarse indefinidamente. Cabe mencionar que si la compañía no utiliza la creación registrada durante 3 años consecutivos, cualquier persona puede solicitar su cancelación. Algo que, por supuesto, no sucede con los derechos de autor.
La legislación
Por último, es importante tener en cuenta que cada país tiene sus propias leyes, por lo que es necesario consultar la normativa en cada zona geográfica. Por ejemplo, en este caso, el derecho anglosajón es diferente a la legislación española.