¿Cuál es la diferencia entre propiedad intelectual y propiedad industrial? Posiblemente todos los autores se han hecho esta pregunta alguna vez. Y es que si eres creador seguro que habrás oído hablar de la importancia de registrar tu obra, ya sea el borrador de un libro o un modelo de utilidad que permite fabricar un producto. ¡Existen muchos tipos de obras que se pueden registrar!
El principal objetivo de las leyes de propiedad intelectual e industrial es salvaguardar el trabajo creativo. Así que en este artículo queremos explicarte qué tipos de obras se pueden registrar en cada caso, qué protegen y cómo puedes hacerlo. ¡Esperamos que te sea muy útil!
¿Es lo mismo propiedad industrial e intelectual?
Lo primero que debes saber es que la propiedad industrial y la propiedad intelectual protegen diferentes tipos de obras.
Por un lado, la propiedad intelectual (P.I.) es un sistema de protección legal de activos intangibles resultado de la actividad creativa y el ingenio de los seres humanos. Hablamos, pues, de obras literarias, artísticas y científicas. Aquí cabe una amplia variedad de creaciones: novelas, poesía, folletos, dibujos, pinturas, artículos científicos y académicos, mapas, planos, obras fotográficas, coreografías, discursos, software… y muchos más tipos.
La propiedad intelectual se divide en dos categorías: la propiedad industrial y el derecho de autor. Cada categoría tiene su propio ámbito y protege tipos de obras diferentes.
Por otro lado, la propiedad industrial es el conjunto de derechos y normas que protegen las obras técnicas, prácticas o comerciales, como inventos, marcas, indicaciones geográficas y diseños industriales. Lo que engloba productos, procesos, signos distintivos, incluso el aspecto estético de un artículo.
¿Te suena haber leído alguna vez “marca registrada”? Ese texto, precisamente, advierte que esa marca está protegida por propiedad industrial y que los derechos de explotación de la misma corresponden exclusivamente a su titular.
En definitiva, de acuerdo con las definiciones anteriores, las leyes de propiedad intelectual e industrial atribuyen a los creadores e inventores el disfrute exclusivo de la explotación de sus creaciones e invenciones con el objetivo de protegerlas frente a posibles abusos.
¿Cómo diferenciar la propiedad intelectual y la industrial?
Además del tipo de obra que se puede registrar, también hay diferencias en cuanto a los derechos que se adquieren, cómo es el registro y dónde se realiza. Veamos todos estos detalles:
Derechos de la propiedad intelectual e industrial
Otro de los objetivos de realizar un registro es conferir al autor unos derechos sobre su obra. Aquí vemos una clara diferencia entre propiedad intelectual e industrial. En el caso de la propiedad intelectual, los derechos de autor le corresponden al creador, desde el momento en que realiza su obra. Legalmente no es necesario realizar ningún registro, aunque siempre es recomendable contar con una prueba de autoría (en el siguiente punto ahondaremos sobre esta cuestión).
En este otro artículo puedes conocer los tipos de derechos de autor que existen.
En el caso de la propiedad industrial, los derechos se adquieren en el momento en el que se concede la propiedad o exclusividad. Es decir, no desde su creación, sino desde el momento en que la autoridad competente otorga los derechos exclusivos tras analizar si proceden.
Registro de la propiedad intelectual e industrial
Otra de las diferencias entre propiedad industrial e intelectual son los derechos que se adquieren. Por una parte, la propiedad intelectual constituye una prueba de autoría, es decir, existe un documento con fecha de registro que atribuye la obra a su creador. De esta manera se evitaría un caso de plagio o usurpación. Pese a que no es obligado registrar una obra, la mayoría de los autores prefieren hacerlo antes de compartirla con terceros o publicarla.
Por otra parte, la propiedad industrial otorga el derecho exclusivo a fabricar y comerciar. De manera que solo el titular de los derechos puede hacer uso de ellos y explotarlos, por el tiempo indicado en el registro.
Ámbito geográfico
Es importante saber que tanto la propiedad intelectual como la industrial operan de manera independiente en cada país, por lo que a la hora de proteger una obra debes decidir si quieres hacerlo a nivel local, nacional o internacional, registrándolo en diferentes zonas geográficas.
Sin embargo, a efectos prácticos, esto solamente debes tenerlo en cuenta cuando hablamos de propiedad industrial. Para los casos de propiedad intelectual, el registro de Safe Creative contempla la directrices del Convenio de Berna, por lo que es válido en todos los países firmantes.
¿Dónde se registra la propiedad intelectual y la industrial?
Esta es una pregunta muy habitual. El registro de la propiedad intelectual puede realizarse mediante registros nacionales de los países que todavía los mantienen, o a través de registros digitales. Y lo cierto es que cada vez más personas optan por este último, ya que es un proceso rápido, sencillo y mucho más económico.
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Respecto al registro de la propiedad industrial, este se realiza en las oficinas nacionales de cada país. En el caso de España, el organismo encargado de esta gestión es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEMP).
¿Una obra puede tener propiedad intelectual e industrial?
Aunque pueda parecer algo confuso, la respuesta es sí. No obstante, este es un tema de debate incluso entre los expertos.
Podría darse el caso de que una obra sea registrada tanto por propiedad industrial como por derechos de autor de manera simultánea. Esto es lo que se conoce como “protección acumulativa”, un concepto reconocido por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Veamos un ejemplo para que quede más claro. Un caso de protección acumulativa podría darse en las obras de artesanía y diseño, que pueden considerarse de propiedad intelectual, por la creación de la obra en sí, y también de propiedad industrial, por su aspecto estético.