La recreación digital del actor Peter Cushing, 22 años después de su muerte, para dar presencia a Grand Moff Tarkin en el spin-off Rogue One: A Star Wars Story (2016) está en el centro de una batalla legal por el control de su imagen que se dirime en el Tribunal Superior de Londres. El productor cinematográfico e íntimo amigo de Cushing, Kevin Francis, está tomando medidas legales contra Disney. Argumenta que no tenían permiso para recrear la imagen del actor fallecido en 1994.
El productor Kevin Francis asegura tener los derechos de imagen del actor
Francis asegura que firmó un acuerdo en 1993 con Cushing en el que el actor prohibía utilizar su imagen en futuras producciones sin la autorización de su amigo productor. Por eso, a través de su compañía Tyburn Film Productions, ha demandado a la filial de Disney Lucasfilm, propietaria de los derechos de Star War, por «enriquecimiento injusto» al incorporar la aparición digital del actor en la película.
También ha presentado demandas contra Lunak Heavy Industries, los también ya fallecidos albaceas de la herencia de Cushing y contra Associated International Management. La primera es la productora de Rogue One. AIM es la agencia que representó a Cushing hasta su muerte, parcialmente responsable de ceder sus derechos de imagen.
Disney argumenta que contaba con la autorización de los herederos
Disney ha declarado que no estaban obligados a pedir un permiso previo para recrear a Cushing. Se basan para ello en los términos de su contrato en la película original y la naturaleza de los efectos especiales. Sin embargo, después de ser contactados por el agente de Cushing, acordaron un pago a los herederos del actor de unos 36.000 dólares para autorizar el uso de su aparición.
Francis reclama alrededor de 650.000 dólares por daños
De aquí que las empresas Disney afirmen que en ningún caso hubo «enriquecimiento injusto» y si lo hubo, tienen la defensa de ser un «comprador de buena fe a cambio de un valor» de los derechos sobre la imagen de Cushing. Por su parte, Francis pide más de 650.000 dólares de compensación por los daños. Si la demanda llega a buen puerto, se desarrollará ante los tribunales de justicia de Reino Unido.
El Tribunal Superior de Londres no ha desestimado la reclamación de Francis
El grupo Disney no ha logrado que el Tribunal Superior de Londres desestimara el pasado 9 de septiembre las reclamaciones de Francis, según informa The Times. Ya en diciembre del año pasado la magistrada Francesca Kaye, rechazó la solicitud de Disney de desestimar el caso y, en la nueva apelación, el juez Tom Mitcheson ha confirmado el fallo.
Mitcheson ha admitido que, al tratarse de un área legal poco explorada, el caso es por lo menos discutible.
«En un ámbito jurídico en desarrollo es muy difícil decidir dónde podrían estar los límites en ausencia de una investigación completa de los hechos.»
Las réplicas digitales de artistas fallecidos son cada vez más habituales
Como recoge Independent, a excepción de un pequeño cameo animado en La venganza de los Sith de 2005 y versiones más jóvenes del personaje, con la voz de Stephen Stanton, Tarkin prácticamente no había sido utilizado en el universo de Star Wars después del fallecimiento de Cushing. Sin embargo, en Rogue One resucitaron al personaje y la imagen de Cushing. Guy Henry apareció como el doble de cuerpo y la voz del actor fallecido, mientras que el rostro fue reconstruido digitalmente.
Pero este no es un hecho aislado. Según avanza la tecnología, las réplicas digitales de personas fallecidas se están volviendo más habituales. Una de las más recientes es la de Ian Holm en Alien: Romulus, aunque también son famosas las de Harold Ramis en las nuevas Cazafantasmas, Paul Walker en las Fast & Furious o Christopher Reeve en Flash.
Una nueva ley arroja luz sobre el uso de la IA en las recreaciones digitales
Esta circunstancia podría cambiar en unos meses, tras la aprobación de una nueva propuesta de ley en California a finales de agosto apoyada por el sindicato de actores SAG-AFTRA. Si supera todos los trámites, para crear réplicas de artistas fallecidos utilizando la inteligencia artificial (IA) se requerirá el consentimiento de los herederos.
Fuentes: Independent, The Times, Xataka