Localizar a un infractor de derechos de la propiedad intelectual online no es siempre fácil. En ocasiones, se convierte en una pesada labor detectivesca. Te damos algunas pautas y trucos para que te sea más sencillo saber quién es y contactar con esa persona.
El primer paso: recopilar la información
A la hora de compartir cualquier tipo de contenido en Internet (imágenes, música, audios, vídeos o software), hay que pensar en los derechos de autor y respetarlos. Eso está claro, pero no siempre es así. Identificar al presunto infractor puede parecer una tarea sencilla, pero en muchos casos se complica bastante.
Si alguien vulnera tus derechos de autor, antes de nada, debes recopilar información sobre la infracción lo más exhaustiva y detallada posible. Se trata de identificar claramente el contenido infringido. Anota las URLs donde se encuentra el material, los nombres de los usuarios involucrados y cualquier otra información relacionada con el contexto en que las obras no autorizadas están siendo utilizadas.
Es importante también que recojas otro tipo de evidencias que sirvan para respaldar la denuncia, como enlaces a las versiones originales de las obras protegidas, capturas de pantalla o registros de correos electrónicos. Cualquier tipo de comunicación relacionada con la infracción, además de proporcionarte una mejor comprensión de su alcance, te ayudará a agilizar el proceso de identificación y comunicación con el infractor o con las plataformas implicadas.
Cómo buscar los datos de contacto
Ya con toda la información recopilada, debes contactar con el supuesto infractor, pero no siempre sabrás de quién se trata ni tendrás a mano la información de contacto.
De conocer el nombre o apodo del autor del contenido no autorizado o del webmaster, puedes buscar en Google u otros motores de búsqueda. Con suerte, aparecerán resultados que conduzcan directamente a esa persona o, como mínimo, que proporcionen información útil sobre ella. En caso contrario, no te rindas tan pronto. Existen diversos métodos para dar con la forma de contactar.
La manera más rápida y directa es hacerlo a través del correo electrónico. Aquí, un inciso: no solicites la retirada del contenido sólo por teléfono, porque por correo electrónico es más sencillo certificar el envío y tener una prueba de en qué fecha hiciste la petición.
Puede que en la web no haya una dirección de correo, pero sí un formulario de contacto. De todos modos, cuidado: de no recibir acuse de recibo, es más complicado certificar que el comunicado se ha mandado. Para curarte en salud, utiliza el sistema de notificaciones de Safe Creative, que envía el correo usando la tecnología de certificación de Safe Stamper. Así tendrás una prueba del requerimiento realizado.
Una tercera posibilidad es investigar en redes sociales en las que se haya compartido el contenido infractor (Facebook, X, LinkedIn, Instagram…). Los perfiles públicos pueden proporcionar pistas sobre su identidad. Como en las situaciones anteriores, es recomendable contar con una grabación certificada de las solicitudes hechas.
Otras opciones
En algunos sitios web, la información de contacto no está en los lugares más obvios, pero existen alternativas. Una buena estrategia es buscar en la página de «Condiciones legales» o «Términos y condiciones», ya que a menudo incluye correos electrónicos, nombres de responsables o enlaces de contacto. La información que buscas también puede estar en la «Política de privacidad» o el «Aviso legal».
Es probable, incluso, que dentro de la web haya una sección dedicada a temas de derechos de autor. Suele contener información de contacto o el formulario DMCA. La Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA por sus siglas en inglés) fue aprobada en 1998 y aborda los problemas relacionados con la protección de los derechos de autor en el entorno digital. Los avisos o notificaciones DMCA son unas comunicaciones estándar que el titular de los derechos o el agente que actúa en su nombre envían a los proveedores de servicios online para informar sobre la presencia de contenido que infringe sus derechos.
Si todos los métodos anteriores fallan, inténtalo con el sitemap o mapa del sitio, un directorio que lista todas las páginas importantes de una web para facilitar el trabajo de los motores de búsqueda. Se trata de una parte casi invisible, pero muy importante. Y, aunque no siempre hay uno, es frecuente en webs corporativas con una navegación complicada.
Una forma para visualizar el sitemap es escribiendo en el buscador la url y añadiéndole /sitemap.xml o /robot.txt. Y si la web está hecha con WordPress, usa alguno de estos plugins: Yoast SEO, Google XML, Rank Math SEO y All In One SEO.
Una última posibilidad es acudir a Whois.com, del inglés who is (quién es). Se trata de una base de datos donde consultar información sobre un dominio (la dirección de un sitio web), incluido a quién pertenece. Aunque desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Protección de Datos en 2018 ya no se publica información directa y detallada del titular, algunos servicios de Whois cuentan con formularios de contacto anónimos que permiten enviar mensajes al propietario sin revelar su identidad directa.
De no aparecer los datos reales en Whois, explica el problema al servicio de hospedaje, encargado de almacenar sitios web en servidores. No te darán el nombre del titular, pero igual colaboran reenviándole tu solicitud.
Haz tu reclamación correctamente
Una vez que hayas descubierto quién cometió la infracción, pídele que elimine el contenido. Hazlo siempre con profesionalidad, con educación y con buenas palabras, pero sé contundente. Explícale de forma precisa y detallada la naturaleza de la infracción, y déjale claro los derechos que te asisten y que existe la posibilidad de tomar otras medidas legales si fuese necesario.
Es vital que realices un seguimiento. Mantén registros detallados de todas las comunicaciones y acciones realizadas. Pueden serte de utilidad en caso de que en el futuro sea necesario emprender acciones legales adicionales.
Si se trata de un caso complejo, no hay manera de localizar al infractor o éste se niega a retirar el contenido, es aconsejable que busques asesoramiento legal. En la web de Safe Creative tienes acceso a un directorio de abogados y expertos en propiedad intelectual.
Recuerda que, en última instancia, puedes acudir a la policía especializada en delitos telemáticos. Eso sí, es mejor que primero agotes todas las vías amistosas.