Tras más de dos décadas como directora de diseño e innovación en empresas privadas, Laura Avinent (Castelló, 1967) apostó por especializarse en fotografía creativa. Fundadora del grupo 4FOOLS!, su trabajo captura la belleza interior de las personas y los animales y hace que se conviertan sueños. Apasionada exploradora de nuevas tendencias creativas, su obra destila una belleza inusual y sus fotos evidencian un gran dominio técnico y estético, que transporta a su mundo creativo particular: un universo barroco poblado de seres maravillosos de belleza tierna, distante y ensimismada. Un mundo irreal y, paradójicamente, muy auténtico.
Transcripción
Soy Laura Avinent, fotógrafa profesional desde hace unos 10 o 15 años y antes he sido diseñadora, pero llevo la fotografía conmigo desde que tenía 16 años y ahora estoy muy metida con la inteligencia artificial.
Mi trabajo
En este momento consiste en la fotografía de retratos, sobre todo de retratos para profesionales, para que estos den una imagen adecuada para sus negocios. Mis retratos son artísticos, casi siempre de mujeres, y muy emocionales. Y esto lo voy alternando con algún trabajo de diseño o con lo que va saliendo, con cosas que me emocionen un poco. Mi misión es hacer feliz al cliente. Conocerlos y crear una buena imagen creativa con lo que surja en ese momento, disfrutando con la fotografía, con el ordenador, con la inteligencia artificial… mezclando todo lo que pasa por mis manos para disfrutar.
Mi obra
Mi obra más artística no intenta transmitir nada, intenta ser mi disfrute personal, una muestra de lo que me apetece hacer. Creo que es lo que tiene que ser el arte como como tal, ¿no? No necesito que entiendan lo que yo hago. A cada persona le puede llegar algo, dependiendo de cómo su vida y de lo que pueda entender.
En las sesiones con clientes es diferente. Ahí focalizo en lo que ellos quieren y en las más artísticas, que son la mayoría, intento mezclar lo que ellos son y lo que yo interpreto que pueden ser. El resultado es una mezcla de muchas cosas, pero no intenta gustar. Si lo hace es porque es divertida, nunca intenta ser triste.
Mis vírgenes
Me gusta mucho la imaginería religiosa. Me parece muy salvaje y muy dramática. Está hecha en una época en la que había muchísima gente que no sabía leer y entonces era la mejor manera de comunicar, de amenazar. Igual que ahora las redes sociales y los telediarios. Todos los sistemas de comunicación te llevan hacia un sitio o hacia otro. Antes se hacía con la pintura y con escenas muy exageradas, muy dramáticas, con mucho simbolismo. Y a mí eso me encanta.
Mi metodología
Lo más importante para mí es quedar antes con el cliente. La mayoría son mujeres, que somos más abiertas a disfruta de una sesión de fotos. También hay hombres muy divertidos que se atreven… Lo importante es hablarlo, reírnos, irnos de compras para buscar los objetos que necesitamos para la sesión. Es fundamental tener mucha empatía con el cliente, que con pocas palabras puedas reinterpretar cómo se siente. Esa es la primera fase. Luego llega la del estudio. Todo cambia bastante cuando tienes al modelo delante. Casi nunca uso modelos profesionales, prefiero hacerlo con los propios clientes. Me gusta lo más difícil, el día a día, evolucionar un proyecto que cuando llega al ordenador vuelve a cambiar. Lo más importante de la credibilidad como autor es la empatía y tener el tiempo necesario para trabajar y para entender.
Inteligencia artificial
Es una herramienta nueva, es como si nos diesen óleos, acuarelas o una máquina de fotografía nueva. No tiene comparativa con nada. Es como jugar con otra persona, jugar con otro cerebro que no hace exactamente lo que tú quieres. Le vas dando instrucciones, pero ese cerebro interpreta cada día una cosa. Es como un juego difícil y complicado. Cuesta llevarlo hacia donde quieres. Tenemos que entender que lo que va a salir no es lo que tú quieres, pero sí que es una ayuda a la creación. Es algo complejo. Vamos a tener que empezar a mirar el arte de otra manera.
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Derechos de autor
Es un tema complicado lo de los derechos de autor. A veces, con poco que se cambie, te pueden piratear. Es necesario tener una seguridad, más que para que te lo copien para que utilicen tu obra para vender. Y más ahora con las redes sociales, que te quitan las imágenes en un clic. Tenemos que tener una cierta seguridad. Es básico si apreciamos nuestra obra.