Publicar un libro en la actual era de la autoedición parece más fácil que nunca. Ahora bien, si eres un escritor novel puede parecerte una misión imposible que una editorial tradicional publique tu obra.
«Ninguna obra literaria está completa hasta que no llega a los lectores», comenta el veterano editor Guillermo Schavelzon. Pero la realidad es que los grandes sellos editoriales reciben centenares de manuscritos al año, enviados de manera espontánea por autores noveles, de los cuales apenas se llegan a publicar un porcentaje mínimo. ¿Cómo conseguir que una editorial se interese por tu obra y quiera publicarla?
Antes del envío. Lectores beta y derechos de autor
Lo primer será terminar tu manuscrito. A continuación, deberás llevar a cabo una revisión múltiple –ortográfica, de estilo, de errores gramaticales…–. Algunos autores dejan descansar el texto varias semanas antes de empezar a revisarlo, otros optan por encargar los servicios de un corrector profesional, que mejorará el resultado final. En cualquier caso, conviene que uno o varios lectores de confianza –llamados lectores beta o cero– lean tu obra y te hagan observaciones y propuestas de mejora, antes de realizar cualquier envío, para tener así un primer feedback del texto.
Aunque los derechos de autor se adquieren desde el mismo momento de la creación, conviene que protejas tu manuscrito antes de establecer contacto con las editoriales, para evitar problemas futuros. El titular puede inscribir la obra en las oficinas de registro de la propiedad intelectual, o bien a plataformas como Safe Creative. Le otorgarán un medio de prueba que acreditará formalmente la titularidad de los derechos de explotación, aunque estos puedan posteriormente cederse si la obra es publicada por la editorial.
Búsqueda de la editorial. Planificación
El siguiente paso será la búsqueda de una editorial que quiera publicar tu obra. Aquí cabe distinguir entre las grandes editoriales, que en España se concentran en tres grupos –Penguin Random House, Planeta y Anaya– y ofrecen pocas opciones a los autores noveles, y las múltiples editoriales independientes, con menor fama y presupuesto, pero más accesibles para quienes empiezan. Lo recomendable es planificar el proceso de envío y establecer un calendario. No envíes nunca el manuscrito de forma masiva, ni en el primer contacto con una editorial:
- Investiga en Internet cuántas editoriales existen con un catálogo similar a tu obra, comprueba su reputación y confirma que aceptan manuscritos. También puedes visitar librerías para ver qué sellos desconocidos están en sus estanterías.
- Haz una lista con las editoriales, busca emails de contacto directo y anota qué requisitos solicitan, ya que pueden ser distintos. Asegúrate de que los envíos se realizan a editoriales abiertas a recibir propuestas espontáneas, o de lo contrario tu obra acabará en la papelera.
- Otra opción es intentar encontrar un agente literario, un proceso similar al de buscar una editorial. Si eres un escritor novel te resultará difícil, si bien, de conseguirlo, te facilitará el acceso a un sello editorial.
- Organiza los envíos y haz un seguimiento de tus propuestas.
El momento decisivo: la propuesta editorial
Una vez revisada la obra, e investigadas los sellos en los que puede encajar, toca preparar tu propuesta editorial. Esta propuesta sirve como presentación de ti y de tu obra, y representa todo un desafío ya que debe llamar la atención de editores que reciben muchos textos cada mes. Conseguir publicar en una editorial, muchas veces, no tiene que ver tanto con la calidad de lo escrito como con la manera de buscar y convencer a un editor. A veces, el rechazo se produce sin haber siquiera leído el manuscrito. «Cualquier editor puede dar testimonio de que, por cada presentación bien preparada que recibe, llegan 100 o 200 manuscritos con una simple nota pidiendo que se lea», advierte Guillermo Schavelzon.
La propuesta editorial constará de una carta de presentación, que será tu primer contacto con la editorial, por lo que debe ser breve y concisa. En esta carta, te presentarás como autor e introducirás tu proyecto literario, explicando por qué puede interesar al editor. Un máximo de una página. La propuesta puede enviarse en formato de texto o bien de manera más visual, con una presentación o incluso con un vídeo. La idea es lanzar un cebo que pueda llamar la atención del editor sin requerirle mucho tiempo. Además, la propuesta editorial debe incluir:
- Autor y título del libro.
- Sinopsis de la obra (máximo dos páginas).
- Índice (si es una obra de no ficción).
- Uno o varios capítulos como muestra del estilo.
- Mención sobre el público al que se dirige, así como su «mercado» potencial. Schavelzon recomienda «no poner nunca ‘para todos los públicos’, pues esto no existe, y el editor creerá que el autor no piensa en los lectores».
- Información relevante sobre el autor (por ejemplo, si ya ha publicado antes).
- Información sobre la posible promoción del libro, relacionada con tu trayectoria como escritor (si colaboras en algún medio de comunicación, tienes un blog o cuentas con muchos seguidores en redes sociales…)
- Dirección y forma de contacto con el autor.
También puede incluir una mención a libros similares ya editados, señalando por qué el presentado es diferente.
El estilo de la propuesta editorial debe ser claro y directo, pero también debe estar escrito con un tono comercial, ofrecer un argumento de venta. No hay que olvidar que las editoriales son empresas y como tal necesitan ganar dinero, por lo que buscarán aquellas obras que consideren que pueden obtener más ventas.
Condiciones para publicar tu libro
Si la editorial se interesa finalmente por tu manuscrito, te pondrá un contrato sobre la mesa para pactar las condiciones de la publicación. Es importante que lo leas muy bien, preguntar cualquier duda a un experto o un abogado, y no firmar nada sin estar seguro de antemano, para no caer en acuerdos abusivos.
Por regla general, el reparto de los ingresos por la publicación de un libro en una editorial tradicional suele estar entre un 8% y un 10% para el autor –aunque hoy en día puede incluso bajar al 6%, sobre todo en escritores noveles–, un 30% para la editorial, y el 60% restante a repartir entre distribuidor y libreros. Los agentes suelen cobrar además un 10% de la parte del autor.
Para acabar, un último consejo para publicar en una editorial: paciencia. Los tiempos del negocio editorial son lentos y a veces pueden pasar años hasta que la obra encaje en los gustos de los lectores o hasta que el sello vea cuál es el momento adecuado para que el manuscrito vea la luz.