Las obras literarias son trabajos creativos y, por lo tanto, tienen protección por derecho de autor. En otras palabras, gracias a su autoría puede prohibir o autorizar su uso por parte de terceros. A continuación, exploraremos por qué y cómo registrar una obra literaria para proteger los derechos de autor ante eventuales plagios o usos indebidos:
¿Por qué es importante registrar una obra literaria?
Los derechos de autor existen desde el momento en que el escritor pone el punto y final a su escrito, pero registrar una obra literaria es el primer y más importante paso para garantizarlos.
Este proceso otorga un respaldo legal indispensable contra el plagio y la distribución no autorizada, facilitando además la monetización del trabajo a través de licencias y derechos de reproducción.
El acto de registro establece de forma inequívoca la autoría y la fecha exacta de creación de la obra, dos elementos clave en cualquier disputa de derechos para dirimir a quién corresponden los derechos de explotación y el contenido de la obra. En este sentido, el registro actúa como una prueba irrefutable de propiedad intelectual, esencial para ejercer tus derechos en caso de conflicto.
¿Es obligatorio registrar las obras literarias?
Como ya se ha señalado, la propiedad intelectual de una obra literaria corresponde al autor por el mero hecho de crearla. Por lo tanto, este adquiere los derechos de autor morales y patrimoniales desde su creación, independientemente de que la haya registrado o no. Por lo tanto, no es obligatorio registrarlas, pero si muy recomendable.
La principal diferencia entre registrar o no la obra es que haciéndolo se consigue una certificación con validez internacional de su autoría. De esta forma, se puede minimizar el riesgo de plagio, ya que el creador cuenta con una prueba tecnológica que demuestra que su obra ha sido plagiada.
¿Qué obras literarias se pueden proteger?
Las obras literarias pueden ser de ficción, como novelas, poesía, obras de teatro o relatos, y de no ficción, como ensayos o obras periodísticas. Sólo existe un condicionante para reconocer toda esta amalgama de obras literarias como objetos de derechos de autor: su originalidad.
¿Qué protegen los derechos de autor?
Al registrar tu obra, obtienes una serie de derechos de autor que te permiten controlar cómo se usa tu creación. Estos derechos incluyen el derecho a reproducir tu obra, distribuirla, realizar adaptaciones, y mostrarla públicamente. Además, puedes otorgar licencias o vender estos derechos a terceros. En definitiva, los derechos de autor otorgan al autor la plena disposición sobre la obra y el derecho exclusivo a su explotación, sin más limitaciones que las que establece la Ley de Propiedad Intelectual.
También es crucial entender que el registro de derechos de autor no protege las ideas, conceptos o técnicas, sino la expresión concreta de esas ideas plasmadas en una obra literaria. Este matiz es importante al considerar qué aspectos de la creación son susceptibles de protección y cómo se pueden defender los derechos de autor en caso de infracción.
¿Dónde se pueden registrar las obras literarias?
Existen diferentes plataformas para hacerlo. Una de ellas es registrar la obra en el Registro General de la Propiedad Intelectual. Aunque la inscripción de una obra en este registro no es constitutiva del derecho sino meramente declarativa, otorga una prueba cualificada que, en caso de controversia sobre la autoría, reforzará la acreditación de dicha autoría. La principal ventaja de este registro es la garantía que comporta su carácter público y oficial.
También la puedes registrar en Safe Creative, una solución accesible y eficiente para el registro de obras literarias en la era digital. Basta con crear una cuenta y elegir la tipología de la obra a registrar. En este sentido, es necesario aportar detalles específicos sobre la obra literaria y subir el archivo correspondiente a la plataforma. Una vez completado el registro, Safe Creative emite un certificado digital que valida la autoría y la fecha de creación de la obra, ofreciendo así un nivel de seguridad y tranquilidad para el autor.
¿Cómo se registra una obra literaria en Safe Creative?
El primer paso es acceder o crear una cuenta en la plataforma. Selecciona la cuenta que más se adapta a tus necesidades. Una vez dentro, pincha sobre ‘Registrar’, cumplimenta la información solicitada, selecciona la tipología de obra que vas a registrar y sube el fichero desde tu ordenador. Aquí tendrás que completar los datos de la obra: título, pequeño resumen, etiquetas con palabras clave. El siguiente paso es elegir el tipo de licencia de derechos para la obra y el tipo de registro que vas a realizar. Para finalizar el registro, debes indicar si eres el autor de la obra y, por tanto, registras tus derechos morales y tus derechos de explotación, o si eres el titular de los derechos. Si quieres información más detallada del proceso, clica aquí.
¿En qué fase del proceso creativo hay que registrar una obra?
Registra tu obra lo antes posible para evitar complicaciones futuras. Registrar tu obra literaria es el primer y más importante paso para garantizar tus derechos de autor desde el instante mismo de su creación. También es conveniente el registro detallado del proceso creativo para evitar posibles disputas posteriores por motivos de autoría.
¿Qué ámbito geográfico cubre la protección de los derechos de autor?
Si tu obra tiene el potencial de ser distribuida internacionalmente, considera las opciones para protegerla a nivel global. En un mundo cada vez más globalizado, la protección de los derechos de autor no debe limitarse a tu país de origen. Obras literarias publicadas en internet pueden ser accedidas desde cualquier parte del mundo, lo que aumenta el riesgo de uso no autorizado en jurisdicciones fuera de tu control directo.
Por ello, es importante considerar plataformas, como Safe Creative, que ofrezcan protección internacional o registrarse en múltiples jurisdicciones si es necesario. La Convención de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas es un acuerdo internacional que ofrece una solución a este desafío, al establecer que las obras originarias de uno de los países miembros deben ser protegidas en todos los demás países miembros. Asegurarte de que tu obra está protegida en los países donde tiene mayor potencial de ser vista o utilizada es un paso esencial en la salvaguarda de tus derechos de autor a nivel global.