¿Por qué registra la gente?
Cuando tenemos que explicar lo que es Safe Creative nos encontramos enseguida con una duda fundamental ¿qué es lo que más motiva a la gente para registrar sus obras?
A lo largo de los años nos hemos encontrado con respuestas de todo tipo, y realmente no existe una única motivación, sino varias que confluyen al mismo tiempo, aunque el orden de prioridad suele variar en función de los deseos de los autores que se ve reflejado también en el tipo de declaración de derechos que se reservan.
Si bien no se puede generalizar, observamos existen dos grandes tendencias que hacen que la gente registre en conexión directa con esto que acabamos de decir en el párrafo anterior:
– Generar evidencia de autoría y comunicarla para evitar que otros copien una obra de la que el autor se reserva todos los derechos o…
– … generar suficiente información para asegurarse que una obra que el autor quiere que se comparta, lo sea en los términos deseados.
El primer grupo es el más clásico en cuanto al uso del “copyright” y buscan evitar al máximo que sus obras sean copiadas y usadas sin su consentimiento expreso. Decimos que es clásico ya que se basan en lo que las leyes de derechos de autor y copyright dan por defecto desde hace unos trescientos años y que ha imperado hasta bien entrados los años 90.
El segundo usa los nuevos modelos de licencia que dan ciertos permisos a los autores, por ejemplo las licencias Creative Commons, para que su obra se difunda y usada, eso sí, asegurándose que los deseos en esa licencia expresados sean respetados, esto es, que se reconozca siempre la autoría, se usen o no comercialmente y se puedan o no hacer obras derivadas quedando estas con un tipo igual de licencia o se puedan licenciar con otra.
No importa cual sea el modelo, la necesidad de generar evidencia de registro es fundamental aunque probablemente no lo más importante: Lo vital es que la información de registro sea fácilmente accesible ya sea en la propia obra, o en el entorno en el que ésta está publicada.
Por lo tanto, lo auténticamente deseable y la función que debería ser primordial en cualquier sistema de registro es que el “informar” sea el punto central, pues en cierto grado evita o disuade del plagio en cierto o el uso equivocado o erróneo de las obras registradas. Tras ese primer paso, y si algo va mal, que puede ocurrir, la evidencia de autoría generada ayudará a tratar de enmendar las cosas si así fuera posible y con las mejores garantías.
No existen soluciones mágicas, y como diría Voltaire “Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.” Preparaos registrando y aprovechad las oportunidades que las nuevas tecnologías proporcionan.