Cuando a mi sombra miras Tú eres mi adicción y el sorbo del elixir que deja su ambrosía jugar con mi albedrío, sin dudas el arcén de todos mis delirios: ¡La edénica ansiedad que fluye en cada orgasmo! Tú siempre, sólo tú, con todas tus virtudes, con sombras y defectos, neblinas y entreluces dejándote llevar tan plácido y desnudo al délfico placer del centro de mi mundo. Gozando del solaz que emerge de esos labios que saben inundar de almíbar a los míos, de tanto recorrer mis cimas, mis abismos comulgan en el ser que esplende entre tus brazos. Me haces suspirar mirándote a los ojos, me llenas de tus besos mostrando tus asombros, tu rostro varonil me deja sin aliento y vibra en la humedad vital de nuestros cuerpos. Tú eres mi adicción e impetras vehemencia amando esta obsesión que a veces alucina. Desborde pasional cuando a mi sombra miras queriendo escudriñar mi sexo desvelado. Tú siempre, solo tú, tu hombría desmedida, las fibras de un amor latente en nuestras vidas, vesánicos suspiros surcando delirantes ansiando la eclosión de anhelos torrenciales. Aimée Granado Oreña© Gota de Rocío Azul

Palmerales Palmerales que destacan su espesura entre azares y divinas contingencias, enriquecen sus cañadas con vivencias y atestiguan lo vital de su hermosura. Mas la magia del poeta con su pluma es capaz de imaginar lo deseable, lo divino, lo feraz y lo imparable del ingenio efervescente cual espuma. Y es preciado el buen amor que nos inspira a enfrentar nuestra verdad cual desafío, superar la adversidad, cada vacío y llenar notas del alma con la lira. Es lo humano y lo sublime que revela lo esencial que sólo brilla desde el alma, la bendita soledad que da la calma oportuna ante el azar que nos desvela. Palmerales en su edénica armonía que detienen el embate del ocaso, hoy reclaman nuevas musas del parnaso que permitan perpetuar la poesía. Aimée Granado Oreña© Gota de Rocío Azul Cuarteto (de pies cruzados) o estrofas dodecasílabas.

Atrévete a vivir cada momento Atrévete a vivir cada momento con esa intensidad sin pedir nada. Atrévete a soñar con mi mirada clavando en tu sentir mi pensamiento. Atrévete a soñar sin juramento no busques tu verdad tras la sotana un mundo mas allá de la ventana que cree en el amor desde lo egregio esperan el sublime privilegio confiando en el primor de la mañana. Atrévete a saltar muros de piedras, no vale la piedad tras la mentira; ni el rostro del sarcasmo tras la ira tapando sus falacias verdinegras. No busques escalar como las hiedras trepando entre raíces adventicias, tramando con las frívolas caricias y así intoxicar con su veneno, dejando penetrar el desenfreno feroz de sus serviles inmundicias. Atrévete a soñar: ¡es el camino! Que justo visualiza lo asombroso, nos llena de su intrépido alborozo, invita a diseñar nuestro destino. Virtuoso ese poder de ser genuino, de obrar con la razón de la justicia cual áncora aferrada a la delicia que logra defender con vehemencia, aquello que mejora la existencia y anula el proceder de la codicia. Aimée Granado Oreña© Gota de Rocío Azul

Y te sorprende el amor Y te sorprende el amor en su idílico revuelo, se cobija entre las letras que buscan soñar en versos y escribir la tesitura melodiosa del desvelo. En el lúdico requiebro de nuestros cuerpos ardientes, se acoplan nuestros sentidos en los tórridos placeres y es cada abrazo el elixir que derrama nuestras mieles. Es cual áncora que impetra vehemencia en el deseo, no se acostumbra a las sombras, ella se viste de anhelos a pesar de la angostura en su preciso momento. Y en la lúcida sorpresa entre suspiros gozosos, el convite se acelera en su intrépido alborozo. Un torrente de caricias sonrojando nuestros rostros, entre besos lisonjeros con su pléyade de antojos. Aimée Granado Oreña© Gota de Rocío Azul

Cuando ya no te pensaba Llegaste a mí, mas ya no te pensaba, la tarde de estampida y desapego; trayendo de tu mano el florilegio de versos que escribí mientras dudaba. Llegaste a mí, certero y sin censura tan grácil, caballero y tan sereno, contigo de la mano el sortilegio que pudo consumar nuestra aventura. Y allí adoré tu sombra y mi figura, imágenes, relentes de un te quiero, con brotes de añoranza en cada arpegio que impuso su romance con ternura. Allí ofrecí, la magia que abrazaba, las noches taciturnas, mis desvelos, el beso surtidor del privilegio que supe defender mientras dudaba. ¡Llegaste a mí, silente en la alborada! Prendiste aquel candil sin proponerlo, tomaste mi obsesión desde lo egregio: ¡Me hiciste claudicar enamorada! Aimée Granado Oreña © Gota de Rocío Azul

Se hace eterna la esperanza cuando se entrega al azar, a esas noches desveladas en el solaz del amar. Se hace eterna la esperanza resiliente ante el dolor, vulnerable y deseada sin ápices de rencor. Desde el balcón la esperanza entre notas por versar, deja su azul filigrana y hace al lucero brillar. Es paciente la esperanza mientras cambia de color, tan genuina, siempre sabia con su rostro encantador. No comulga la esperanza con quien no deja pensar, ella es libre en su avalancha: ¡Nadie la puede truncar! No claudica la esperanza cuando le acosa el temor, la dignidad la respalda con decoro y con honor. Se hace eterna la esperanza entre notas por versar, ella es libre en su avalancha: ¡Nadie la puede truncar! Vulnerable y deseada con su rostro encantador, la dignidad la respalda: ¡Su virtud es el amor! Aimée Granado Oreña© Gota de Rocío Azul

Suspiros Que Eclosionan Entre Letras Podemos superar todos los duelos quizás en los aciagos más profundos y en medio del dolor y el desconsuelo sentirnos que objetamos a lo absurdo. Ya sé que hoy nos distancian esos muros, aquellos que algún día cobijaron detalles que con gusto intercambiamos y anhelos entre versos compartidos, queriendo perpetuar entre suspiros instantes de algún tiempo insospechado. Hay letras que solazan las pasiones surtiendo su melódica armonía, canciones del ayer, tantos amores, rondando en la sutil melancolía. Y esculpe sus más tiernas fantasías dotadas de ingeniosas tesituras, trayendo al pentagrama la ternura que esboza el más sublime atrevimiento, siguiendo esa ilusión cual sortilegio que alcorza al universo que vislumbra. Suspiros que eclosionan entre letras, imágenes de auroras reveladas, algunas tentadoras como muestras del lazo encantador que nos ataba. Reviso cada página ilustrada y aún me visualizo entre tus brazos amante seductor, leal resguardo que inmerso en el hacer no se quebranta e incluso va porfiado mientras ama seguro del poder de su remanso. Aimée Granado Oreña ©️ Gota de Rocío Azul

El Frenesí De nuestro Hechizo Torrente demencial nuestra ternura viviendo el dulce hechizo de tu amor, vesánicos respiros de pasión palpando el gran poder de tu locura. Sublime voluntad nuestra aventura, se aferra a la esperanza, a su calor, con lazos delirantes de pasión y el tórrido solaz de tu lindura. Intensa es la eclosión de nuestras ansias unidas al volcán de las caricias, en tanto vuelan libres los anhelos. El fuego seductor sin discrepancias se expande tentador en sus delicias y espera deleitarse entre desvelos. Espíritus gemelos, hoy gozan con agrado el paraíso que inspira el frenesí de nuestro hechizo. Aimée Granado Oreña ©️ Gota de Rocío Azul